Del sueño, solo ha quedado
un ligero carraspeo,
la noche triunfante de la apnea,
y la hoja otoñal
infringiendo sequedad
en el domo de la garganta.
un ligero carraspeo,
la noche triunfante de la apnea,
y la hoja otoñal
infringiendo sequedad
en el domo de la garganta.
Por otro lado,
las mismas tinieblas.
El vértigo de la caída
a ningún lugar.
Artur Álvarez
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