En tiempos de prosperidad, todo parece estar bajo control y encajar perfectamente dentro del alcance de nuestra comprensión. Las situaciones, incluso aquellas en las que los acontecimientos parecen tomar un giro inesperado, resultan más tolerables. Abundan las soluciones y la mente encuentra ocupaciones más relajadas. Cada individuo desempeña su papel y vive su vida con un grado particular de compromiso y reflexión, sin mayores preocupaciones. Todo parece tener una solución previsible.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando la situación cambia para peor? En momentos como estos, me vienen a la mente unas palabras de Mario Benedetti que expresan con claridad meridiana la reflexión que hoy me planteo:
"Cuando creíamos tener todas las respuestas, de repente, todas las preguntas cambiaron".
Artur Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario