Mar,
dame la ola!
Que se vierta sobre la piel
como la luz amable de la recién nacida primavera.
Que la frescura de la espuma
hierva en los labios.
Que espolee el ansia de airear las palabras
y de levantar los brazos hacia el cielo.
Mar,
dame la ola!
Para subir a la cresta
y renacer del letargo existencial.
Para mojar la vida
entre los graznidos de las gaviotas.
Para arrastrar las cenizas que quedaron
en los gélidos insomnios de invierno.
Mar,
dame la ola!
Que estalle a los cuatro vientos
esparciendo vibrante oreo de esperanza.
Que la bandera de luz que despegas
ofrende la encorvada inmensidad.
Que los ritmos que proclamas
acunen el encantador azul eterno.
Artur Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario