Carlos Santana en Woodstock 1969 (Anécdota).

En el mítico Festival de Woodstock de 1969, una actuación sorprendió a propios y extraños. Carlos Santana, con su banda, subió al escenario en medio del tumulto y la efervescencia del momento. Lo curioso de aquella jornada es que dicen, cuentan, comentan... que el virtuoso guitarrista se encontraba bajo los efectos del ácido lisérgico, una realidad que añadió un matiz inesperado a su actuación.

Contrario a lo que podría pensarse, Santana y su banda lograron cautivar a la multitud con una mezcla exquisita de rock, blues y ritmos latinos. Aunque las percepciones podían estar distorsionadas, la energía y la pasión de la música de Santana trascendieron cualquier barrera mental, creando una experiencia colectiva trascendental.

Temas como "Soul Sacrifice" resonaron en los corazones de los presentes, elevando la atmósfera del festival a un estado de comunión y éxtasis compartido. La actuación de Santana en Woodstock no solo se convirtió en un momento icónico del rock, sino que también demostró la capacidad del arte para unir a las personas y trascender las limitaciones de la mente humana. En medio del caos y la algarabía, la música de Santana resonó como un llamado a la paz, la libertad y la expresión auténtica del espíritu humano.

Artur Álvarez