Su origen se remonta a la prehistoria, evolucionando a lo largo del tiempo en diseño y materiales. Se toca soplando en el bisel de la cabeza y utilizando los dedos para cubrir los orificios y producir las notas, controlando la articulación con la lengua y la presión del aire.
La flauta travesera posee un repertorio amplísimo y diverso, desde el período medieval hasta la actualidad, incluyendo música clásica, jazz, folk, celta, latinoamericana, etc. Se emplea como instrumento solista y también forma parte de orquestas y bandas.
Para aprender a tocarla, se recomienda tomar clases con un profesor para adquirir la técnica correcta. Existen flautas de diferentes tamaños y materiales para adaptarse a cada estudiante, siendo fundamental la práctica regular para dominar el instrumento y desarrollar la técnica y la musicalidad.
En internet se encuentran numerosos recursos como libros, sitios web y asociaciones de flautistas que ofrecen información, partituras, tutoriales, consejos, eventos, concursos y becas.
En definitiva, la flauta travesera es un instrumento versátil y popular con un gran potencial musical.
Artur Álvarez
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